28 abril 2007

MIRANDO A YORICK


Observa bien el cráneo del bufón
tú, Horacio del tercer milenio.
Ayer hizo reír al rey y hoy,
es el quien ríe,
con su mueca sarcástica,
tan deslenguado como siempre.
Ahora ve claro
con sus cuencas vacías.
Pero no le preguntes,
no te oye,
los gusanos royeron sus oídos
mientras le iban contando los secretos
de la alquimia:
Cómo transforman
lo muerto en vida nueva.

Sabe bien su cabeza marfileña
ahora desamueblada,
aquello que nosotros ignoramos:

La vida es inhumana pero eterna.


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