Es un árbol un tanto peculiar. Lleno de cicatrices, de nidos de pájaros, de grietas con insectos, de agujeros donde tienen su madriguera ardillas y lirones; retorcido de vientos, con corazones grabados en la corteza y flechas que apuntan al cielo. Un árbol de poemas. Mis poemas.
28 abril 2007
TARPEIA
Aquí. En Tarpeia.
Con los pies asomando en el vacío,
el cielo abierto sobre mi cabeza,
el horizonte abierto ante los ojos,
miro mi precipicio.
Aquí. En Tarpeia.
Sola, bajo la luz que se desangra,
ante la oscuridad que avanza, lenta,
inexorable, apagando los lirios,
deshago mi tapiz.
Aquí. En Tarpeia.
Cuando todos mis mares están secos
y todos mis amores entregados,
más pequeña, si cabe, ante lo inmenso,
rompo mi clepsidra.
Aquí. En Tarpeia.
Arranco las raíces de mi árbol
y abro, por fin, los brazos a la nada
aceptando que siempre he sido suya.
Y salto.
Aquí. En Tarpeia.
En los acantilados de lo inútil.
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