28 abril 2007

ALBENTE CÆLO

(Al despuntar el alba)

Mira el alba en silencio, con mirada serena,
creciendo lentamente desde el luto liviano
de la noche asfaltada, ciudadana, distinta,
con sus falsas estrellas de neón en las calles.


Mira el alba. Se abre como un párpado frágil,
y aparece el destello de una pupila de oro,
intensa, deslumbrante como una joya líquida.
El fulgor intangible que descubre lo oculto.


Mira el alba. Otra vez se despierta la tierra
bajo la recia costra del alquitrán reseco,
bajo miles de pies con zapatos de hojas,
aunque tú, caminante dormido, no la veas.


Mira el alba. Está ahí. Abre ahora los ojos.
No dejes que se escape su fugaz estallido
sin disfrutar su magia de rosicler y bruma.

Mírala bien. Tu alma forma parte de todo.


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