28 abril 2007

METAMORFOSIS

Era una oruga.
Arrastraba penosa su blando cuerpo amorfo
sobre las ramas.
Teñida de soledad
determinó envolverse en su mortaja
y entonces,
a solas con su yo, cambió su espectro,
desgarró
a mordiscos la seda
y mostró al mundo el envés de la oruga:
brillante mariposa de colores,
tal vez efímera,
definitivamente frágil,
pero hermosa.


No hay comentarios: