29 abril 2007

SOBRE LA CIMA

De pie, tu cuerpo erguido
pintado en sol y sombras, acebrado
vivaz,
como un verde lagarto entre las piedras
busca la umbría
el cobijo de una gruta carnal
el hueco salvo
el sueño que se sueña con los ojos abiertos

Luz dentada, reidora,
mordiendo las esquinas de los cuerpos
buceando
misterios empapados en sal y rubio aceite
incendiando volcanes, sacudiendo tormentas
espantando
los huesos de los muertos, blanqueados
de olvido y de ceniza

De pie, tu cuerpo erguido,
mesana de un navío sin fantasmas
donde
mi cuerpo fuese bandera ondeante,
la vela roja como la sangre, hierro y fuego,
lienzo
de carne sobre carne viva

En la cima del mundo
contra el viento feroz y la marea
roedora de piedras, rutinaria,
tú y yo somos un faro que se enciende.

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