29 abril 2007

FRÍA


Él dijo: "Eres helada, como el Norte,
no late un corazón bajo tu pecho
sino un ciego y preciso mecanismo.
No te emocionas, no pierdes la calma,
el amor no te altera los latidos,
sólo sabes llorar a la hora exacta
de intercambiar fluidos.


Ella calló, detrás de la coraza
de ocultas cicatrices de otras guerras,
trenzadas con cadenas irrompibles.
Cerró los ojos sin bajar los párpados
y, escondiendo la herida tras su plácida
imagen de muñeca inanimada,
contestó sonriendo: "Soy pragmática".

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