Es un árbol un tanto peculiar. Lleno de cicatrices, de nidos de pájaros, de grietas con insectos, de agujeros donde tienen su madriguera ardillas y lirones; retorcido de vientos, con corazones grabados en la corteza y flechas que apuntan al cielo. Un árbol de poemas. Mis poemas.
29 abril 2007
SI QUISIERA VOLVER
Si quisiera volver
al hueco en que anidabas
-la habitación del estor amarillo-
encontraría las huellas:
la cama sin hacer,
las sábanas teñidas
del moho irreversible
dibujándoles flores de ceniza.
Si quisiera volver
entre cuatro paredes hallaría
la soledad que en ellas dibujabas
en las horas de sol,
y en las esquinas
la lluvia del otoño y las heladas
que ha dejado noviembre en las cortinas.
Si quisiera volver
medio vaso de agua me hablaría
de la sed de tu lengua esa mañana,
del frío que se hincaba
hurgando cruelmente en tus costillas,
del miedo
como un topo haciendo cuevas,
todo eso tu vaso me diría.
Si quisiera volver.
Pero no quiero.
Si quisiera volver donde morías.
Si supiera cruzar por ese puente
sin caerme al abismo...
bastaría.
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